La Cava Oriol Rossell ha dado un giro a su espumoso rosado. La Bodega apuesta por un coupage de Garnacha (60%) y Monastrell (40%) proveniente de la viticultura ecológica. La apuesta por este coupage viene motivada por un cambio de estilo donde se busca la frescura y la parte carnosa de la fruta. Este cambio también ha propiciado una nueva imagen, inspirada en el color y el equilibrio del cava.
La Garnacha y el Monastrell como protagonistas
El objetivo de este cambio es reinventar el cava rosado de la bodega. Buscar la carnosidad de la fruta sin dejar de banda la frescura. En cuanto al color, Oriol Rossell apuesta por una tonalidad de capa baja, reduciendo la intensidad para obtener un rosado pálido y sin estridencias. Para obtener este color, juntamente con la preservación de los aromas, se realiza una maceración corta.
Este proceso permite obtener un espumoso con una tonalidad rosada, muy suave y equilibrada, y a la vez, preservar todas las propiedades de las dos variedades de uva. En este sentido, la fermentación también se hace a baja temperatura. Este espumoso rosado tiene una crianza de 12 meses en botella y su aclarado se hace en pupitres de manera totalmente manual.
Un cambio de imagen ligado a un nuevo concepto de vino espumoso
El proceso que ha llevado a la bodega a reinventar su cava rosado, también se ha extendido hasta su diseño. La nueva imagen apuesta por colores más claros, en la línea de las tonalidades del espumoso. El color rosa pastel es el predominante, con toques dorados y negros que dan equilibrio y elegancia.